Un ‘toque’ realizado en un bar de
la capital caqueteña el viernes pasado, permitió abrir la reflexión sobre lo
que ofrece la ciudad a sus jóvenes. Persecución y poco reconocimiento, aseguran
ellos.
John Fredy Nagles Soto
Periodista cultura
Entre asfixiantes vallenatos y
decadente reggaetón, el escuchar un riff de alguna guitarra eléctrica se
convierte en un oasis cultural. Pocos son los espacios para este género, así
como las mentes que entrelazan sus vidas matutinas, y en noches de fin de
semana cambian su habitual rol social y se “adentran en la más vigorosa
locura”. El pasado viernes se llevó a cabo otro de aquellos intentos por
desembarcar por completo en la tierra de los indios Andaquíes el sonido
titánico y demoledor del género que en reiterados momentos ha sido
estigmatizado y hasta prohibido.
Inseptor, thrash death metal de Florencia. |
Diego Pachón, veterano músico e
inquieto en esta escena, asegura que el rock, para sobrevivir en contextos tan
poco tolerantes como Florencia, le ha tocado mimetizarse; es decir, le ha
correspondido alternar sus estéticas, sus espacios, sus “ruidos”, con otras
manifestaciones de la vida económica y cultural de la región. Para sobrevivir a
la aplastante seudocultura impuesta por los decadentes contenidos culturales
que proporciona la radio local, un bar inicia su día siendo un cafetín sencillo
e “inofensivo” y en la noche acoge a oídos sedientos de escuchar el doble pedal
de una batería.
Siempre perseguido
Géneros como el death metal, el
hard rock y el punk, todos enmarcados en la gran familia del rock, para su
aceptación le ha correspondido ser el género “paria” en todos los escenarios.
Los rockeros han sido catalogados desde los años 80’s como casos perdidos, según
analizó Sam Dunn, antropólogo canadiense, en su documental ‘Viaje de un
Metalero’ en 2005. Y en Florencia no fue la excepción. Al momento llegó la
Policía a inspeccionar el lugar. “Denunciaron excesivo ruido y consumo de
drogas”, dijo el uniformado. Pero ya habían bajado el volumen y ningún ‘moño de
bareta’ encontraron.
El Punk es el género que mas se consume en la escena rockera de Florencia (Caquetá). |
Según esta autoridad, el administrador del establecimiento vecino se
quejaba del ruido el cual “aturdía a sus clientes”. Aunque solo fue un
requerimiento sencillo, esto hizo que de las 12 bandas convocadas inicialmente,
se quedaran cuatro sin tocar esa noche. Y les tocó acatar más aún teniendo las
oficinas de la Fiscalía Seccional Caquetá del otro lado como vecinos. “Son
pocos los espacios para el rock. Por tanto, si vamos a realizar un evento, toca
no dar papaya para que no nos cierren. Pero aún así la intolerancia es grande”
dijo Manuel Grajales, otro de los músicos de la noche.
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