COLERES VIVOS SE VIERON CON EL REGGAE EN ROCK AL PARQUE 2012

Tras la oscuridad y las sombras que describe el metal llegan los rayos de luz que adornan la maravillosas horas de reggae en el Festival Rock al Parque 2012.

EL ROCK EN BOGOTÁ LE DICE NO AL QUIMBO

Una ruta fotográfica por algunas de las bandas que compartieron con el equipo periodístico de LA ESCENA su particular mirada sobre lo acontecido en el Huila con la represa El Quimbo.

CON CHARLY GARCÍA CERRÓ ROCK AL PARQUE 2012

Con muchos más años y la pesadez de una regular salud, se le vio anoche a Charly García durante su presentación de cierre de la versión XVIII de Rock al Parque en Bogotá.

DEL CONTENIDO Y LA IDEOLOGÍA EN EL METAL, REFLEXIONES DURANTE PRIMER DÍA DE ROCK AL PARQUE 2012

Movilización social, derecho a la vida, satanismo y identidad cultural fueron algunos de los temas encausados por algunas bandas de metal durante el primer día de Rock al Parque.

EL PUNK EN FLORENCIA: RELATOS DE AYER DE UN SUEÑO POR CONSOLIDAR.

La historia del punk en Florencia está escrita en los sentires de los “parceros” quienes lo vivieron, en las cicatrices de quienes poguearon con demencia la estética que, además de música y cultura, es una forma de asumirla ciudad.

LA CULTURA METAL EN FLORENCIA. SONIDOS DIFERENTES, CIUDAD ALTERNA.

A Colombia las guitarras sucias llegaron en los 80’s. Solo hasta mediados de los 90’s con la apertura de la carretera Caquetá - Huila, el metal taladró la mente de almas ansiosas de “otra Florencia”.

martes, 6 de noviembre de 2007

LA FIESTA DE ROCK AL AIRE LIBRE MÁS GRANDE DE LATINOAMÉRICA

POR ANDRÉS F. VALENCIA
Los 40.com - Bogotá (Colombia)
(18/10/2006)


La noche del pasado lunes 16 de octubre concluyó en Bogotá (Colombia) la edición número doce del festival de rock al aire libre más importante de América Latina, Rock al Parque. Manu Chao fue el responsable de cerrar esta importante cita musical para lo cual hizo gala de un impecable dominio del escenario que puso al público a sus pies gracias un show honesto, carismático y contagioso, digno de ver, seguido en directo por 100.000 almas.


El festival de 45 horas de música repartidas en tres días y dos escenarios, congregó a lo largo del fin de semana a más de 250.000 personas venidas de todos los rincones de Colombia.

El telón de fondo en el que se desarrolló el evento es el de una Bogotá que no deja de sorprender, que apuesta decididamente, y como nunca antes lo había hecho, por la recuperación de sus mejores valores culturales y sociales, con la idea de consolidarse como uno de los principales destinos en Latinoamérica, fundamentando su apuesta en la enorme y positiva evolución vivida por la capital colombiana en losúltimos 12 años, no en vano ha sido nombrada por la UNESCO como capital mundial del libro en 2007. La administración local ha lanzado una campaña llamada ?¿Y tú que sabes de Bogotá??, quizás la más comprometida que administración alguna haya hecho por promocionar la ciudad, en la que a través de todos los medios posibles, tradicionales y digitales, se muestra la enorme oferta que la ciudad ofrece al visitante a todo nivel, desde el ocio y la cultura (vida nocturna en ebullición, Rock al Parque, Festival beroamericano de Teatro, el fascinante centro experimental Maloka o el Museo del Oro), hasta otras esferas como la gastronomía, el mundo académico, la infraestructura de salud, y los centros de negocios y congresos. En lo netamente turístico hay apetecibles golosinas como un paseo en el tren de la Sabana que más parece un viaje en el tiempo con los ronquidos de su locomotora de vapor, la majestuosa Catedral de Sal de Zipaquirá, una obra maestra de la arquitectura e ingeniería subterráneas labrada en el interior de unas minas de sal o las decenas de alojamientos rurales ajenos al paso del tiempo y la civilización.

Día 1

En el centro de la capital se encuentra el parque Simón Bolivar, convertido para la ocasión en epicentro del festival que comenzó el sábado 14 con un día dedicado al Heavy Metal, género que goza de amplia aceptación dentro de un segmento importante del público bogotano. Mención especial merecen algunos de los nombres de las bandas participantes en esta jornada ya que parecen extraídos de un diccionario de ocultismo magia negra: Introspección, Día de los Muertos, Fear Factory, Dead Inside, Kilcrops, Neurosis o Tenebrarum. La presentación de los bogotanos Koyi K-utho, causó sensación por el rutilante maquillaje, de estética un tanto macabra, que llevaban sus integrantes.

Lo más destacado del día vino de la mano de Horcas, de Argentina (país pionero del género en América Latina), quienes se tomaron la noche por asalto con exquisitas ráfagas de guitarreo sobre las que galopaba como un trueno la voz de Walter Meza, carismático vocalista que dedicó la actuación a Osvaldo Civile, fundador del grupo ya fallecido, y a Kraken, una de las bandas pioneras del Metal en Colombia.

El plato fuerte de la noche fue sin duda Fear Factory, una de las agrupaciones de Death/Industrial Metal con más reputación en los Estados Unidos, que ha hecho giras con gente como Black Sabbath, Pantera, Megadeth, Iron Maiden, o Rammstein. La calidad interpretativa de los músicos fue evidente, pero dos elementos jugaron en su contra, por un lado, el cantante Burton Bell tuvo algunos problemas de afinación y por otro, cuando transcurría la tercera canción se desató una tromba de agua que no paró hasta el final de la actuación.

Día 2

La segunda jornada (domingo 15) estuvo destinada al punk-rock, ska, rock y una deliciosa dosis de blues a la colombiana a cargo de The Black Cat Bone. La presentación de la banda local Odio a Botero fue bien acogida por el público que ?madrugó? a verlos a la una de la tarde. División Minúscula, de México, una de las formaciones más esperadas junto a sus compatriotas Panda, dejaron una muy buena sensación entre los asistentes y en la rueda de prensa posterior a la presentación confesaron que ?Rock al Parque es un festival por encima de la música. Eso es lo mejor que le puede pasar a un evento, que trascienda lo obvio, venir a tocar, y que se convierta en una experiencia que se extienda a otros campos. Hacen falta eventos como estos en Latinoamérica y Rock al Parque sin duda es un ejemplo a seguir?, puntualizó KiKo Blake, bajista de esta novel y prometedora formación.

Telefunka aterrizó desde Guadalajara (México) con una atrevida propuesta electro-acústica-visual que parecía una especie de Kraftwerk remojado en tequila que terminó por convertirse en toda una feliz borrachera para los sentidos. El espectáculo visual de Telefunka impacta por las proyecciones, el juego de luces, los monos naranja con cascos de pilotos de combate que visten sus integrantes y los incesantes disparos de sonidos cósmicos que se hacen aún más grandes y veloces por los cambios de marcha que de repente dejan desconcertado hasta al oyente más atento y por la misma razón cautivan. Para cerrar la actuación invitaron al escenario a Tweetie González, reconocido pianista y productor argentino que ha trabajado con Fito Páez, Soda Stereo y coproductor del disco más reciente de Gustavo Cerati, Ahí Vamos, presentado hace poco en la Sala Heineken de Madrid.

Por Argentina estuvieron Karamelo Santo (interesantísima propuesta de ska) y Turf, una banda con once años de historia que hacen parte de la nueva ola del rock argentino, y quienes a pesar de beber con claridad de fuentes como Charly García, Spinetta, Virus o Los Abuelos de la Nada, han logrado consolidar un sonido propio, el sonido Turf, que mezcla, sin empalagar, rock, reggae, cumbia, e incluso sonidos setenteros de la vieja guardia. La estética de su cantante Joaquín Levinton recuerda a Mick Jagger hace 35 años. En rueda de prensa Joaquín comentaría que ?se hicieron músicos porque no querían trabajar y la música es la mejor forma de ser libres?.

Sorprendió, para quienes no los conocíamos, la actuación de The Black Cat Bone (TBCB), una banda de Blues "orgullosamente bogotana", según palabras del bajista. Componen y cantan en inglés, ofrecen un sonido compacto e internacional, engrasado como una máquina en perfecto funcionamiento. Cuentan con un vocalista de piel blanca, que sin cantar ni pretender imitar a un bluesman del sur del Mississippi, encaja perfectamente con una propuesta sonora en la que destacan las composiciones fáciles de digerir pero llenas de energía y emoción. La potencia vocal de TBCB se ve reforzada por el bajista y el segundo guitarra quienes alternan en coros y algunas voces solistas. El cierre de la segunda jornada corrió a cargo de la aclamada banda local La Pestilencia, quienes han sido teloneros de Metallica y Sepultura, entre otros.

Los miles de espectadores que iban viendo caer las horas y en algunas ocasiones la lluvia, podían mitigar el hambre gracias a las más típicas viandas locales: Arepa de Choclo, perrito caliente de dos pisos, pastel de yuca, empanadas de carne, o para los más atrevidos la nueva bebida energizante Coffe Cola, un refresco para los sentidos con un aromático toque de café, que muy pronto estará disponible en todas las tiendas Juan Valdéz del mundo y que debutaba oficialmente en el festival.

Día 3

En la tercera y última jornada los estilos predominantes fueron reggae, dancehall y hip-hop (Nawal y Voodoo Souljah?s de Colombia y la alegre banda Papa Shanty de Venezuela), Blues a cargo del legendario músico argentino Miguel Botafogo, britpop a la mexicana con Zoe y fusión a cargo de Severa Matacera (Colombia) y Manu Chao.

El día comenzó con la presentación de un colectivo denominado Proyecto Seikywia que busca la defensa de los derechos de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte de Colombia, algunos de cuyos miembros se hicieron presentes en el escenario. Vodoo Souljah´s, una formación local influida directamente por los ritmos jamaiquinos, dinamitó el Parque a punta de dancehall, reggae y hip-hop fusionados con elementos de la música tradicional de la costa pacífica colombiana.

Zoe, una banda que ha generado grandes expectativas en su país, orienta sus pasos estéticos y musicales hacia las aguas del Britpop. Su cantante tiene el rostro delgado, pálido y lánguido, como el de unángel caído, algo curiosamente común entre los vocalistas de algunas bandas de rock contemporáneo. El show fue serio y la sensación que dejaron muy positiva.

La Severa Matacera, de Bogotá, fue la penúltima formación en saltar al escenario. Ska, Hip-Hop fusión, ritmos colombianos tropicales, mensajes de transformación, libertad y reflexión son el cóctel que en permanente agitación dan vida a su esencia musical. Es un grupo difícil de encasillar en un género. Descargaron un directo emotivo que en ocasiones aquejó irregularidad, por lo que el contacto con el público recordaba las intermitentes de un coche, a veces al rojo vivo, a veces apagadas.


Manu Chao, Un Festival en sí mismo

Hay cantantes que para despertar a una audiencia adormecida dan alaridos, se contorsionan, levantan las manos o directamente piden al público que salte; y por cortesía o complicidad, la gente termina accediendo. No es el caso de Manu Chao. En Rock al Parque, evento al que asistía por tercera vez, el más global de los artistas antiglobalización no precisó de artificios ni malabares para que la gente respondiera; su música y su directo (con la banda Radio Bemba como cómplices de lujo) provocaron un colosal tsunami del que hasta el mismo cielo quiso hacerse partícipe soltando chaparrones como aplausos.

Cantó en inglés, francés, español e italiano. Aplicó cambios de ritmo brutales, contagiosos y creativos, que vacunaron a la audiencia contra la pasividad. No se puede combatir la violencia con violencia, dijo en alusión a la guerra ?preventiva? de Irak. ?Sube Bogotá sube?, arengaba con la frente cubierta con una bufanda jamaiquina y la gran plaza central del Parque parecía hundirse. Manu Chao es un carnaval ambulante de colores y estribillos tan elementales como memorables (Mentira, Welcome to Tijuana, Me gustas tú, Por el suelo), es un circo del sol musical que dispara ráfagas de vientos y tormentas de tambores. Antes de despedirse regaló a los 100.000 espectadores que abarrotaban la plaza una versión muy peculiar de la mexicana ?Volver?, en una interpretación entre bolero y ska que recordó inevitablemente a los geniales Café Tacuba.

Oportunidad de crecer

Rock al Parque está en un momento dulce de su historia y la presente edición no defraudó. Bandas de todo el continente se pelean por asistir y las listas de espera son cada vez más largas. Los escenarios, el sonido y la iluminación están al nivel de los grandes festivales europeos, pero aparte de servir de puente de comunicación al interior del continente, el festival necesita convertirse en punto de mira para bandas europeas y concretamente españolas (Seguridad Social estuvo en la primera edición) que quieran fortalecer realmente sus lazos con Latinoamérica, porque se generaría un puente de ida y vuelta de mutuo beneficio. Rock al Parque ha sido declarado Patrimonio de la ciudad por la Alcaldía de Bogotá, lo cual garantiza su continuidad por encima de intereses políticos, es un evento totalmente gratuito que además, fue retransmitido íntegramente por la televisión local.

Rock al Parque, un festival atípico

Por varias razones Rock al Parque es un festival sui generis. No está permitida la venta de bebidas alcohólicas y tampoco se puede fumar a pesar de tratarse de un recinto al aire libre. No se puede entrar con cinturones metálicos y tanto ellas como ellos deben despojarse de zapatos y calcetines como parte de las requisas rutinarias de seguridad en las puertas de acceso. Los conciertos comienzan a la una de la tarde y terminan religiosamente a las 10 de la noche. Dado que Colombia es un país ecuatorial que carece de estaciones, a las 6:30 de la tarde la oscuridad es absoluta, algo que se repite cada uno de los 365 días del año. De las 80 mil personas que asistieron en 1985 al primer Festival (en el que participó Seguridad Social), se ha pasado ha convocatorias cada vez más masivas. En esta ocasión la cifra superó las 250.000 personas. El recinto donde se celebra, el parque Simón Bolívar, es más grande en extensión que el Central Park de Nueva York.

HISTORIA DE ROCK AL PARQUE (1995 - 2007)

Este texto es tomado de la página Web Oficial de Rock al Parque: www.rockalparque.gov.co

1995

Nace Rock al Parque. Mario Duarte, cantante de La Derecha, apoyado por Julio Correal y Berta quintero, subdirectora de fomento del Instituto Distrital de Cultura y Turismo se lanzan a la aventura de organizar un festival en el que los jóvenes serían los grandes protagonistas. Más de 120 agrupaciones de todos los barrios de la ciudad atienden el llamado.

El primer festival Rock al Parque se realiza del 26 al 29 de mayo en el Estadio Olaya Herrera, la Media Torta, Parque Simón Bolívar y la Plaza de Toros La Santa María. Participan 43 bandas nacionales como Aterciopelados, Morfonia, 1280 Almas, Catedral y La Derecha. El cartel internacional lo conforman Fobia de México y Seguridad Social de España.

Más de 80 mil personas asisten al festival. Solamente en esta versión se cobra boletería para el ingreso a la Plaza de Toros.

1996

La fiebre del Rock comienza a expandirse por toda la ciudad.Tres escenarios simultáneos acogen esta segunda versión de Rock al Parque: el Estadio Olaya Herrera, la Media Torta y el Parque Simón Bolívar, los días 18 y 19 de mayo. Participan más de 60 bandas nacionales como Dogma, Sagrada escritura, Policarpa y sus viciosas, La Pestilencia de Medellín, Agony, entre otros.

La cuota internacional corre por cuenta de Lucy Bell y Los Tetas de Chile, Auténticos decadentes de Argentina, Spias y Zapato 3 de Venezuela, Zopilotes de Perú, La Lupita de México y Puya de Puerto rico.

105 mil personas asisten al festival.

1997

Rock al Parque pasa a ser un proyecto del programa Cultura ciudadana de la Alcaldía Mayor, que busca construir espacios de cumplimiento de reglas y de respeto de los derechos individuales y colectivos. En ese sentido Rock al parque es concebido como un experimento en el cual pueden convivir diversos grupos de jóvenes y apropiarse de espacios públicos de la ciudad.

La tercera versión del festival se realiza del 30 de mayo al 2 de junio en dos escenarios simultáneos: la Media Torta y el parque Metropolitano Simón Bolívar. Por primera vez se realizan eliminatorias en vivo ampliando la participación de numerosas bandas de la ciudad.

El festival alcanza un mayor reconocimiento internacional con la presentación de bandas como Kraken de Medellín, Control Machete y La Maldita Vecindad de México, Todos tus muertos, Los siete Delfines y A.N.I.M.A.L de Argentina, que comparten escenario con bandas como Charconautas, Bajo tierra e Ingrand.
160 mil personas asisten al festival.

1998

Catalina Meza, Directora entonces del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, plantea la necesidad de invertir los recursos destinados al festival en otros proyectos, al considerar que este espacio no es prioritario para el desarrollo de la cultura en Bogotá. Miles de jóvenes se oponen a la idea y dejan en claro que Rock al Parque es ya un proyecto cultural con inmensa representatividad en el mundo juvenil y es parte de la identidad bogotana.

Finalmente el Festival se realiza en el mes de octubre, los días 10, 11 y 12 en la Media Torta y el Parque Simón Bolívar, bajo el lema “Esta es tu raza Rock al Parque”. Se inician las jornadas eliminatorias en las que jurados califican manejo de público, puesta en escena, calidad musical y originalidad.
Aparecen bandas como Ultrágeno, SuperLitio de Cali, Tenebrarum de Medellín, La Severa Matacera. Repite A.N.I.M.A.L de Argentina y escriben su nombre en la historia del festival figuras como Robi Draco Rosa de Puerto Rico, Resorte de México y Desorden Público de Venezuela.

173 mil personas asisten al festival.

1999

Café Tacuba, Molotov, Julieta Venegas, Control Machete, Guillotina, Víctimas del Doctor Cerebro, de México, Eminence de Brasil e Illia Kuryaki an the Valderramas de Argentina conforman el cartel internacional de este quinto festival, considerado por la crítica como uno de los mejores en toda la historia de Rock al Parque, por la calidad de las bandas invitadas.

Aparecen grupos nacionales como Leon Bruno de Barranquilla y Defenza.

225 mil personas asisten al festival en los tradicionales escenarios de la Media Torta y el Parque Simón Bolívar.

2000

Rock al Parque llega a su sexta versión con la participación de grandes agrupaciones como Manu Chao de Francia, La Sarita de Perú, Los Pericos, Divididos y La Mosca Tse Tse de Argentina y Octavia de Bolivia. Aparecen bandas como Doctor Crápula, Los de Adentro, Vulgarxito, Pornomotora, Koyi k Utho, Repite Aterciopelados.

192 mil personas asisten al festival que se desarrolla en la Media Torta y el Parque Simón Bolívar, bajo el lema “ De todos depende que la música no pare”.

2001

En su séptima versión el festival presentó como novedad la ampliación en sus días de realización. Tradicionalmente se había efectuado durante tres o cuatro días, este año se decidió hacerlo toda una semana, en la cual participaron 31 agrupaciones distritales, 11 nacionales y 18 internacionales.
A los escenarios tradicionales como la Media Torta y el Parque Simón Bolívar, se sumaron parques como El Tunal y Renacimiento.
Como dato anecdótico la fecha del ocho de octubre tuvo que cambiar de escenario, inicialmente estaba prevista su realización en las instalaciones de la Universidad Nacional, pero por motivos de seguridad tuvo que cambiarse para el Parque Renacimiento. Para la carismática agrupación bogotana Ultrágeno, ésta sería su última presentación en el festival, posteriormente la banda se disolvería.
Sin duda este Rock al Parque quedó impregnado en la memoria de los asistentes, fueron ocho días de música acompañado de diferentes foros y talleres. Además por primera se incluyo un día entero dedicado a la música electrónica, con grandes exponentes como: Kinky, Sussie 4 y Double Helix (Nopal Beat), entre otros.

2002

Este año el festival regresó a su formato tradicional, tres jornadas distribuidas en la Media Torta y el Parque Simón Bolívar. Contó con la participación de 24 agrupaciones, 17 distritales, 3 nacionales y 4 internacionales.
El domingo fue el día de las tendencias extremas, se inició con las tendencias contemporáneas del metal y terminó con la “vieja escuela del metal“. Entre una y otra se llevó a cabo un receso de 45 minutos.
El cierre del festival estuvo a cargo de Lenine, artista brasilero ganador del Premio Grammy en la categoría de Mejor Álbum Pop Conteporáneo Brasileño con su producción discográfica "Falange Caníbal".

2003

“Porque lo bueno permanece“, este fue el slogan de la novena edición del festival. Contó con la participación de 14 agrupaciones distritales, seis internacionales y cuatro nacionales.

El día de apertura se realizó en la Media Torta, allí sobresalieron las presentaciones de la leyenda del blues argentino La Mississipi Blues Band y el retorno a los escenarios de Distrito Especial.
El día extremo tuvo el retorno de La Pestilencia, quién por primera presentó en Rock al Parque canciones de su trabajo musical “Balística“, el cierre estuvo a cargo de Monstrosity, agrupación proveniente de Estados Unidos.
El día de cierre empezó con fuerte lluvia, sin embargo esto no fue obstáculo para que cerca de 40.000 personas disfrutaran de la variedad musical presentada en el cartel, desde el rock pop de 69 Nombres y Catupecu Machu (Argentina), pasando por los sonidos electrónicos de Plastilina Mosh y Diva Gash, hasta el ska de Panteón Rococó y 1280 Almas, quienes celebraron sus diez años de trayectoria artística y cerraron a su vez la novena edición de Rock al Parque.

102.000 personas asisten al festival.

2004

Con el Festival Rock al Parque, Colombia dio al mundo entero una lección de tolerancia y convivencia en medio de la diversidad musical.
El destino del fin de semana ya estaba establecido: el Parque Simón Bolívar. Parecía casi una obligación, tenía que estar allí, en la gran celebración, en el evento musical más importante de la ciudad, en los diez años de Rock al Parque.
El sábado al llegar al Simón Bolívar y encontrar dos escenarios alternos y un montaje gigantesco, entendí que definitivamente estaba haciendo parte de uno de los festivales más grandes del mundo, allí tendría lugar la fiesta más impresionante de Rock, pop, electrónica, pero sobre todo la fiesta de convivencia más grande de Bogotá.

El primer día se abrió el espacio para quince bandas que hacen parte de "las nuevas tendencias y sonidos extremos", los "metaleros" hicieron presencia en la Plaza del parque Simón Bolívar y la tarde estuvo acompañada de lluvia y sonidos guturales. La aparición de Catupecu Machu, agrupación argentina, aunque no despertó mucha emoción en los espectadores, demostró cómo desde afuera, el público colombiano es respetado y Rock al Parque es considerado uno de los escenarios más difíciles por la exigencia y calidad de grupos seleccionados para estar allí.

Para cerrar el día en el Lago, Koyi K Utho, una de las agrupaciones nacionales más esperadas, realizó una impecable presentación, su vestuario y maquillaje hacían pensar por momentos en escenas de la vieja saga de películas de terror Hell Raiser, mientras tanto en la Plaza, Kraken, el de siempre, el de vestido de cristal, un grupo que más que hacer parte de la historia de Rock en Colombia es un icono, casi una leyenda. A pesar del frío y la ropa mojada, el Festival había empezado muy bien, y todavía faltaba mucho rock and roll por escuchar.

El clima fue mucho más benigno con los asistentes el segundo día del festival, el ambiente estuvo más calmado acompañado por sonidos ska, reggae, un poco de funk y rock mexicano y argentino. Creo que para muchos, lo más impactante y esperado del día en la Plaza de eventos fue la presentación de Luis Alberto Espineta, el "Grande Pa", aunque como lo dijo en la rueda de prensa, el prefiere ser llamado el "tío" del rock en Latinoamérica. Bogotá se había convertido en testigo y miraba encantada cómo los mejores dejan huella en el Festival.

En el Lago, el espíritu de Bob Marley resurgía con la presentación de Skatalites, la legendaria banda de la cual haría parte al inicio de su carrera, y en el Parque muchas generaciones reunidas en torno al reggae y al rock le daban la bienvenida a la noche que llegó envuelta en melancolía y fiesta, todavía había un día más para ver y escuchar.

El lunes, más abrigada que los días anteriores, llegué al Parque, sin embargo la lluvia no hizo su aparición y el cierre del festival no pudo ser mejor. En el Lago la tarde estuvo dedicada al rock-pop, para sorpresa de muchos, la presentación de Andrea Echeverri fue más un homenaje de Aterciopelados a Bogotá y a Rock al Parque, porque ellos siempre han hecho parte de esa familia de músicos, que iniciaron el sueño del Festival y que celebrarán haber abierto las puertas para todos los que llegaron tras sus pasos. Los mexicanos de Café Tacuba, llenaron de júbilo al público que coreaba sus canciones en unísono y para el cierre Julieta Venegas, quien "Lento" llevó al público a disfrutar de su estilo de nueva rockera.

En la Plaza, grupos nuevos como la Rueda de la Fortuna y Black Cat Bone, debutaban en Rock al Parque, unos con mayor suerte que otros, pero con mucho talento, en el público los grupos de amigos y fanáticos de las bandas, aplaudían y gritaban y los que no conocíamos observamos más que la presentación de un grupo, el cumplimiento de un sueño, el inicio de un nuevo camino.

Supervelcro y Elvis, lograron contagiar el ritmo electrónico..."Tan sólo déjate llevar", esa frase fue coreada una y otra vez por los asistentes a la Plaza, y con toda esa energía se recibió a Diva Gash y a los mexicanos de Kinki, quienes con una presentación llena de luces y sonidos electrónicos, dejaron retumbando en nuestras cabezas un "Vamos queriendo más y más"...

Y sí, parecía que nadie quería que este día tuviera fin, los nominados al Grammy, Superlitio y a los MTV, Pornomotora errocharon buena música, aunque la Plaza abarratoda de gente estaba ansiosa, porque ya estaba por llegar el rockero vagabundo, Robi Draco Rosa.

Aunque durante todo el festival, los ajustes técnicos no duraban más de 20 minutos, la espera para ver a Robi Draco pareció eterna, hasta que por fin casi después de 45 minutos apareció con una mochila "cargada de esperanza" y a punto de comenzar su presentación fue interrumpida por un "show láser", y surgió un murmullo entre los asistentes: ¿a quién le interesa un show láser ahora?, la respuesta a nadie. Todos esperaban a Robi, después de tres minutos, que parecieron diez, estaba allí, listo para el público.

Un Robi calmado, sereno, abrió el concierto con Vértigo, y su saludo dejó en claro que hay dos momentos grandes en su vida, el nacimiento de sus hijos y Rock al Parque, con la mayor sutileza le regaló al público un viaje por Frío, Vagabundo y Mad Love.

Robi Draco Rosa, se ha convertido en una de las insignias de Rock al Parque y él correspondiendo a ese reconoci-miento le entregó a Bogotá canciones que generalmente nunca canta en vivo y una canción inédita, en la cual pedía una mano que le ayudará a trazar el camino. Sin querer parecía una dedicatoria a todos nosotros, a Colombia.
Y así, casi sobre la medianoche del tercer día, el Festival llegó a su fin y yo recibí mucho más de lo esperado por las bandas, la organización, pero sobre todo porque los días de Extrema Convivencia se convertirán en un ejemplo mundial: ni un solo disturbio en Rock al Parque en Colombia. Tres días más de 350.000 jóvenes en paz.

Carolina León Piraján
Dirección Distrital de Servicio al Ciudadano
Alcaldía Mayor de Bogotá

2005

En el 2005, Rock Al Parque siguió en el Parque Simón Bolívar y presentó un interesante experimento musical en el que Kraken abrió el festival acompañado por la Orquesta Sinfónica de Bogotá. Por primera vez Rock Al Parque abrió con una presencia de más de 40 mil personas. El punto alto de este festival lo puso la agrupación finlandesa Apocalyptica que maravilló al público con su originalidad interpretando rock fuerte con instrumentos típico de la música clásica como es el chelo. Una banda legendaria del hard core norteamericano como Suicidal Tendencies cerró el primer día, que vió luego un festival con nuevas tendencias, ambientes electrónicos, distintas tendencias con agrupaciones como Cabezones, Desorden Público, Miranda, A.N.I.M.A.L., Capri, Guiso, The Ganjas, VHS or Beta y Jaguares. En lo nacional, vale destacar el regreso de Estados Alterados, Nawal, I.R.A. de Medellín, Tránsito de
Cali, y bandas locales como The Black Cat Bone, Raíz, Ataque En Contra, Cuerpo Meridiano, Visor, Neurosis y Sicotrópico, entre otras. Esta décima primera edición tuvo a 210 mil personas en los tres días de festival.

2006

CON GRAN ÉXITO CONCLUYÓ ROCK AL PARQUE 2006

320 mil personas disfrutaron del Festival de Rock al aire libre y gratuito más grande América Latina: Rock al Parque.

La cifra de asistencia fué la segunda más alta en toda la historia del Festival.

43 bandas de 7 países, 350 artistas en escena, un gran despliegue técnico y logístico y tres días de extrema convivencia caracterizaron la versión número 12 del Festival.

Rock al Parque 2006 se caracterizó por un gran despliegue técnico, logístico, a la altura de los grandes festivales del mundo y por un cartel que incluyó todos los géneros del Rock desde el metal, el punk, el reggae, el ska y el blues, entre otros, con la participación de 17 bandas de Bogotá, seleccionadas de la convocatorias 2006 del Instituto de Cultura y Turismo, 9 bandas invitadas de Bogotá, dos invitadas nacionales y 15 internacionales.

Esta versión del Festival inició un proceso de vinculación del sector privado. No sólo porque abrió licitación para la producción del Festival como una forma de apoyo a las empresas productoras de eventos, sino también porque acercó al sector empresarial mediante la figura de responsabilidad social empresarial cuyos recursos apuntan a fortalecer las iniciativas juveniles, los emprendimientos culturales y en general la cultura asociada a la música rock donde jóvenes encuentran espacios para ejercer sus derechos culturales, así como condiciones para transformar su entorno personal, cultural y social.

La producción del festival corrió a cargo del Consorcio Dussan Producto, lo que le aportó al Festival mayor calidad técnica y logística y benefició a los artistas nacionales e internacionales y al público asistente. En cuanto a las iniciativas juveniles se consolidó la experiencia de la Carpa Distrito Rock donde organizaciones juveniles presentaron sus productos rockeros asociados con la moda, los promotores de artistas, los instrumentos, lo medios de divulgación, diseño gráfico y los comics. Se espera que la próxima versión amplíe el proyecto y más redes de jóvenes puedan beneficiarse de la iniciativa.

Esta versión de Rock al Parque también se caracterizó por el apoyo a los Festivales de Rock de las localidades: en este año con la participación de la Banda Jorge Burbano del Festival de Rock de Engativa, los Festivales De Rock de las localidades de la ciudad empezaron a tener incidencia en la conformación del cartel artístico del Festival.

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More